Querido lector, has llegado al Sancta Sanctórum de un escritor apasionado. Aquí encontrarás mis novelas, mis Ensayos, mis pódcast, y todo lo que se me vaya ocurriendo con el trascurrir de los días.
Este libro cuenta las peripecias de Santiago Zebedeo por las corredoiras gallegas, aquellas vías romanas que comunicaban la Gallaecia romana con el resto de la Hispania. La estancia de Santiago Zebedeo en las tierras del Finis Terrae, ignorada por la Historia y para la mayoría, totalmente desconocida, está narrada a pie de corredoira, con el punto de vista emplazado en su cabeza, como si dispusiésemos de una cámara subjetiva que lo atrapase en sus virajes y sus revueltas, en las rectas y en las curvas, cruzando valles, vadeando ríos, subiendo montañas y asomándose peligrosamente a los acantilados del Fin del Mundo. La cámara subjetiva no fantasea pero sí usa la imaginación moral, que enfoca más lejos o más cerca, se detiene aquí o allí, sospecha, explora y pregunta, pero no ficcionaliza ni fantasea. Imagina, porque sin imaginación no hay biografía, y Santiago Apóstol fue tan real y genial como normal y corriente, tan jovial y divertido como estricto y comprometido, además de pasmosamente inteligente, apasionado, decidido, a veces lanzado, arriesgado, ambicioso... donde él estaba, había ruido. Era como un trueno.
Cada día se escriben millones de textos para que sean leídos, pero ni con esas podríamos aseverar que... todo está dicho, y menos, escrito.
Leer, ha llegado a ser para los humanos una necesidad palmaria. Que si las facturas, que si las leyes, que si el periódico, el prospecto de un medicamento, el libro de instrucciones de un electrodoméstico. Se podría llegar a pensar incluso que, esto de leer nos tiene atrapados en una especie de obligación poco atractiva, porque entre tanta información, no es fácil discernir entre lo que pudiera resultarnos interesante de lo simplemente anodino
Pero entonces, ¿qué puede tener de maravilloso la costumbre de leer?
Leer, lo que se entiende por leer, es ir más lejos que nadie, es entrar en los mundos que los sabios nos proponen con su particular visión, contemplar de otra forma el paisaje, aprender a vivir desde otros puntos de vista y aceptar que no estamos solos bajo las estrellas.
Asar Fernan Rodri,
Escritor, investigador y divulgador de la historia de Compostela.
Al menos hasta el día de hoy, mis novelas tienen un denominador común: la ciudad de Santiago de Compostela como escenario y espacio vital por el que deambulan todos mis personajes, ficticios y reales.